El jueves 30 de septiembre de 2010 el Ecuador vivió momentos de pánico y tensión, debido a la rebelión policial, lo que porbocó que se entre en Estado de Excepción, para precautelar la tranquilidad ciudadana.
Quién o quiénes provocaron semejanto acto bochornoso es la pregunta del millón, el gobierno acusa a la oposición y viciversa. Se acusa al presidente de no manejar un diálogo consiliador e incluso hay quienes dicen que todo es un show.
Habrá que preguntarles a quienes hacen este tipo de aseveraciones si en un show se mata gente, porque hasta ahora hay 5 seres humanos que han dejado de existir tras los hechos.
El enfrentamiento entre Policías y Militares o incluso entre los mismos Policías, es un tema temeroso que se puede tornar en el País, ojalá las secuelas no sean tan grandes tras estos disturbios.
Hay que retomar la relativa calma en la que hemos estado viviendo y decirles a la Policía que se dedique a lo suyo, lo propio al resto de actores como El Presidente y los Legisladores.
Hay quienes creen que el País sigue estando resagado y que seguimos comiendonos el cuento de los cueneros, pero es momento de frenar esta situación si es que no queremos que se nos escape de las manos.
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